¿Narcocultura?
La cultura tiene que ver con el cuidado. Su origen es agrÃcola. Viene de âcultivoâ, de llevar lo agrario a su más pleno desarrollo. Cicerón en las Diputaciones tusculanas usó el término como un análogo de la perfección del alma filosófica, uno de los ideales más altos de lo humano, vinculado con la educación. Desde entonces el término se volvió cada vez más complejo, pero no perdió su carácter de cuidado y mejora. La cultura es, asÃ, la expresión de lo mejor de un ser y de un mundo, una manera de escapar de la barbarie original y humanizarnos.
Por desgracia, el desprecio por el lenguaje, la pérdida de sus significaciones profundas, ha hecho que la palaba âculturaâ, como tantas otras en nuestra época (véase al respecto âLa amebiasis lingüÃsticaâ, Proceso digital), pierdan sus contornos y se le atribuyan significados equÃvocos que, al mismo tiempo que enferman a la lengua, infectan a las sociedades. Asà sucede cuando se habla de âcultura de la muerteâ o âcultura de la violenciaâ.
Lo que caracteriza a esos adjetivos es precisamente lo contrario de lo que pretenden calificar. No se cultiva la muerte ni la violencia. Se les padece. Ambas son manifestaciones de la degradación de lo humano; exaltaciones de lo salvaje y bárbaro, pero no de una cultura.
La mal llamada ânarcoculturaâ pertenece a ello. Nada hay en su universo, hecho de violencia, desprecio y muerte, que permita calificarla como tal. Lejos de ello, el narco, como toda barbarie, ha invadido y colonizado las manifestaciones de la cultura para hacerse pasar como parte de........
© Proceso
visit website