La década de mis 20 me marcó, sobre todo, porque fue un periodo de alto contraste. Al inicio, fueron años maravillosos, mientras estudiaba en la universidad y disfrutaba de una vida con pocas preocupaciones. Pero cuando me gradué, todo cambió: empezó una gran incertidumbre, inestabilidad, presiones y mi salud mental decayó. Creo que a muchos nos dicen que los 20 son la mejor etapa de nuestras vidas, pero no es del todo así. En realidad, es una década llena de desafíos que ponen en jaque la salud mental de las personas.

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