“El que estudia, triunfa”, solía decirme mi padre. Hoy, como profesora universitaria, esa frase resuena con más fuerza que nunca. He visto pasar por las aulas a jóvenes con un enorme deseo de superación, pero con dificultades para sostener sus estudios por razones económicas. Muchos de ellos deben trabajar mientras estudian, y algunos, lamentablemente, terminan abandonando la universidad.

Es en este contexto que las becas universitarias adquieren un valor crucial. No solo alivian la carga financiera que enfrentan miles de estudiantes, sino que también permiten el acceso a instituciones de mayor calidad académica y, lo más importante, ayudan a reducir la deserción.

La evidencia es clara. Diversas investigaciones señalan que la educación superior impulsa el........

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