La perversión de la vacancia
¿Puede un país sobrevivir a su propia inestabilidad? En lo que va del siglo hemos vacado a cuatro presidentes, tres de los cuales en los últimos nueve años, sin contar que uno renunció antes de serlo y los demás sobrevivieron apenas a la siguiente moción. La vacancia presidencial se volvió el arma predilecta del Congreso: rápida y devastadora. Lo que nació como remedio excepcional fue transformado en un mecanismo de demolición que erosiona la legitimidad del voto.
El artículo constitucional que permite la vacancia por “incapacidad física o moral” tuvo, en el siglo XIX, un sentido objetivo: se aplicaba cuando el mandatario no podía continuar por razones físicas o mentales comprobadas. No era una........





















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