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Del “Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”. Notas sobre el Impuesto al Valor Agregado (IVA)

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27.11.2025

A finales de este año 2025 Cuba, su sociedad y su economía, están en un momento de múltiples tensiones y complejidades, que no basta con reconocer y reflejar en estadísticas, lo cual obviamente es fundamental. Se debe ir más allá, tratar de entenderlas, explicarlas y superarlas o al menos tratar de contribuir a ello. Está en juego el futuro de la nación a la que aspiramos.

Nos aproximamos a un nuevo año sucesivo de decrecimiento económico. Se estará a más de 11 puntos por debajo del Producto Interno Bruto que tuvo el país en 2019, hace 6 años.

A pesar de algunos avances relativos en materia fiscal y de una reducción insistimos relativa, en el índice de inflación inter anual, así como de una renegociación de los plazos de pago de una parte de la de la deuda externa, se mantienen los desequilibrios macroeconómicos. Persiste la insuficiente producción de alimentos, la extendida ineficiencia empresarial, la contracción de las exportaciones, la falta de correspondencia entre los ingresos de la mayoría de la población y los precios corrientes en los mercados internos, el caos monetario y cambiario, el deterioro de la infraestructura y de servicios esenciales, la insalubridad, el impacto negativo de la crisis sobre una población en decrecimiento y envejecimiento, etc. (En otros textos hemos referido en detalle cada uno de estos aspectos.)

Sin dudas, el país ha estado bajo fuertes impactos externos, desde la política de agresión de Estados Unidos, las condiciones actuales de la economía mundial, hasta otros eventos adversos como el golpe del huracán Melissa al oriente de país y la expansión de epidemias de arbovirosis que están afectando a una muy amplia parte de la población. Pero también se ha visto afectado, y a esto debemos prestar más atención, por el insuficiente y errático avance de la reforma integral que entendemos es imprescindible para superar la actual situación.

En nuestra opinión, no ayudan expresiones al uso como “actualización” y “perfeccionamiento”. ¿Actualizar qué y perfeccionar qué?. Preguntamos con honestidad. De lo que se trata es de transformar, abordar transformaciones profundas e integrales. Eso creemos y argumentamos. Sin eso no habrá avance significativo posible.

Es también importante destacar el carácter positivo de la inserción de Cuba en espacios emergentes como los BRICS y la Unión Económica Euroasiática. Sin embargo, es necesario comprender que el mundo aquel donde las relaciones económicas se basaban en acuerdos políticos se derrumbó con el muro de Berlín. Ahora, aprovechar esos nuevos espacios, depende de la fuerza y el dinamismo económico con el que se pueda asistir a ellos. La cooperación existe, pero es menor, puntual y está muy lejos de alcanzar la magnitud necesaria para cambiar la situación y revertir la crisis.

Durante años y en diversas publicaciones, hemos expuesto nuestros análisis y propuestas al respecto, la idea y la actitud siempre ha sido contribuir, debatir, aterrizar, ni un ápice de pretensiones en el sentido de que necesariamente tengamos razón. Nuestras consideraciones como economistas cubanos han estado a disposición de las autoridades, de la academia y de todas las personas por más de 30 años: desde el libro “Cuba: La Reestructuración de la Economía (Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1995, cuya esencia consideramos totalmente vigente, hasta otros textos que hemos venido publicando sistemáticamente.

Con la academia y con las personas en general hemos debatido bastante y de manera edificante; con las autoridades casi nada. No se nos ha abierto ese espacio.

Ahora, al presentar este texto sobre una........

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