Tras pasar por innumerables corazones, aún hoy el viejo salmo nos toca y conmueve. En medio de la vorágine y la confusión del presente cabalgaremos la memoria sonora, buscaremos referentes imprescindibles, intentaremos leer en esos labios sin nombre. “Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam” (”No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre sea dada la gloria”​).

El lema de los osados “caballeros de Cristo” estaba en realidad tomado del salmo 113:9. El salterio cristiano o conjunto de oraciones de alabanza y humildad dirigidas a Dios, tenía a su vez origen en el culto judío. Aún hoy nos sigue alentando el testimonio de quienes ya en la noche del medioevo no aspiraron a ser grandes ellos, de quienes únicamente buscaron el bienestar ajeno o lo que es lo mismo la gloria de Dios.

Los caballeros templarios y su lema es sólo una muestra de los grupos humanos que en el pasado no buscaron nada para sí. La historia nos vuelve a sacar del apuro y las........

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