Lobo Carrasco

1 PRIMER TIEMPO SIN INTIMIDACIÓN AZULGRANA

El Mallorca fue fiel a su 5-3-2 y se plantó en Montjuïc dispuesto a jugar en función de la respuesta blaugrana. Ordenarse en su propio terreno de juego antes de que la pelota cayese en las botas de Lamine o Félix y ‘estrangular’ por dentro la posible progresión de Gündogan y Raphinha, ayer interior en el pasillo derecho.

El problema del juvenil once de Xavi, valiente y claramente pro Masia, fue la falta de ritmo tanto de desmarque como en la precisión en el pase vertical. El partido estaba por fuera, en las bandas donde también faltaba conquistar la zona de Gio y Lato, los laterales de Javier Aguirre ayer.

Estaba claro que con el 0-0 quien más a gusto se movía era el entusiasta cuadro bermellón. Su único pero gran susto ocurrió en el minuto 23: penalti de Copete (casi siempre fuera de zona para marcar a Raphinha) por pisotón trasero al propio brasileño pero gran salvada de Rajkovic despejando el lanzamiento de Gündogan. Otra vez la sombra del 0-0 agrandada en el estadio y entrada al campo de Fermín sustituyendo al golpeado Raphinha.

2. PAU CUBARSÍ Y CHRISTENSEN, MUY PROTAGONISTAS

A falta de ver a Marc Guiu con alguna ocasión en área visitante y a Lamine o Félix ‘rompiéndola’, los jugadores infalibles eran el joven central y el reconvertido medio centro.

Se trataba de no aumentar el que hubiera sido problema mayor y con la anticipación, buenas posiciones y ‘metiendo pierna’, los dos mantuvieron a Larin y Muriqi a raya. Buen trabajo para cerrar el primer tiempo sin problemas en el área de Ter Stegen.

En el reinicio el Barça cambió y pasó a ser más agresivo con pelota y sin ella. Firmó un cuarto de hora de coraje e intención ofensiva aumentando el ritmo tanto físico, presionando, como soltando desmarques para alegría de los pasadores. Por cierto, no se ‘rajó’ Gündo pese a haber errado el penal y eso otorgó confianza al resto de compañeros. Personalidad.

3. MIQUEL BARCELÓ EN LA GRADA, LAMINE EN EL CAMPO

Con Lamine Yamal más conectado al regate y Cancelo más suelto en banda izquierda, los azulgrana pasaron a sentirse más poderosos.

El joven canterano demostró esa notoria diferencia -respecto al primer acto- propinando un zurdazo directo a gol pero desviado en última instancia por Rajkovic al larguero. Era el primer ¡huy! en las gradas de Montjuïc y con buen criterio, Xavi metió en el escenario a Lewandowski junto a Vítor Roque. Con dos nueves y a romper definitivamente el empate.

Y llegó el momento mágico para la afición regalado por el pelotero más joven que había sobre el campo. Minuto 73, Lamine alcanza el vértice del área visitante y en vez de volver a chutar potente, aquí reside la clave, golpea también con su zurda pero ‘a colocar’. La metió en la mismísima escuadra y todo lo que vino después pasó a segundo o tercer plano. Ese gol fue obra de arte total y mereció lo que finalmente consiguió: 3 puntos y una afición que se fue de Montjuic ilusionada.

A descansar/recuperar bien y a por el Nápoles el martes.