Entrevista a Arcadi Espada. “El escritor no puede asumir la censura de la jauría”
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CATALUÑA Y LOS MEDIOS
En el posfacio de Contra Catalunya señala que lo que contó no fue un presagio, sino que la entrada del nacionalismo en los capilares de la sociedad ya estaba sucediendo. Pero ¿cuándo empieza realmente a ocurrir?
Desde el año ochenta el proyecto nacionalista es tendente a romper los puentes políticos, sentimentales, económicos y diría que casi morales con el resto de España. Y eso forma parte de la propia esencia del nacionalismo. Hay nacionalismos que esperan su oportunidad, y el nacionalismo con Pujol, que duró tantos años, esperaba el momento propicio para hacer lo que tenía que hacer o para creer que podía hacer lo que tenía que hacer. Pero evidentemente su error de cálculo fue gigantesco.
En todos esos años, el nacionalismo catalán siempre se revistió de algo bueno. Y, de hecho, todos pactaron con él.
Sí, sí, claro, es mucho más aceptado porque el nacionalismo vasco era el responsable de la muerte y el exilio de muchísimas personas, y, por supuesto, no podemos ignorar que el nacionalismo catalán tiene un debe mucho menos nutrido. En Cataluña ha habido una fractura social, pero no se ha matado a nadie. Eso sitúa un nacionalismo y otro en grados distintos. El nacionalismo vasco ha sido un nacionalismo en buena parte criminal y asesino, y el catalán ha sido criminal también, pero no ha recurrido a la violencia. De ahí que existiera esa lógica ante el horror desatado del nacionalismo vasco.
En el libro cuenta numerosas anécdotas, como la de la taberna de Aquisgrán –un viaje que hizo Espada a la ciudad alemana en los inicios de la era de Jordi Pujol donde el presidente ya ofrecía discursos para internacionalizar el nacionalismo catalán– y la complicidad de los medios con el pujolismo. Según usted, es una de las grandes razones del triunfo del nacionalismo en la sociedad catalana.
Naturalmente. Esa es una anécdota entre centenares. Los medios son decisivos en nuestra época en cualquier cosa. De ahí que en el nacionalismo y en el proceso los medios han acotado el terreno de juego donde las cosas sucedían. Es decir, ellos han decidido de qué cosas se podía hablar, cuáles eran las medidas del campo de juego. Sin los medios no se explica nada de la sociedad contemporánea y por tanto tampoco se explica el nacionalismo.
Veinte años después no solo no ha cambiado sino que se han producido hechos como el editorial que firmaron conjuntamente los medios catalanes, las polémicas con tv3 y, además, han entrado en liza los medios digitales y las redes sociales, dando más pábulo al nacionalismo.
Hay varias razones que explican eso. La primera es que los periodistas catalanes, en términos generales, son y han sido nacionalistas. La gente joven tiende a pensar que los medios están dirigidos por personas muy malvadas que hacen cosas terribles y no, los medios son un combate entre fuerzas a veces dispares. Lo más importante es que los medios estaban hechos por personas que eran nacionalistas. La segunda condición es que en Cataluña los medios han sido muy dependientes del poder económico y político. A excepción de La Vanguardia, que quizá ha tenido más independencia. En tercer lugar, la aparición de tv3, que instaura una especie de mainstream sobre lo que ha de ser la información y la política. tv3 marca el paso que los medios siguen de manera disciplinada y acrítica. Y cuarto, la revolución mediática que se vive desde hace diez años solo ha servido para acrecentar este paisaje. La debilidad de los medios hace que todos dependan del........





















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