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Pelar percebes en el Vilas
Si la historia de la gastronomía atina, las comidas de trabajo se inventaron en el siglo XIX y por pura observación debieron de alcanzar la mayoría de edad allá por los años noventa, cuando no había mayor catedral del poder que el reservado de un restaurante en el que se juntaban un puñado de tipos, bien comidos y bien bebidos, que empezaban hablando del ebitda y acababan cinco horas después dios sabe dónde y con quién. No era........
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