En una tertulia radiofónica reciente, uno de los opinadores convocados intentó empañar los galones del candidato del PSdeG como aspirante a presidir la Xunta con un desconcertante «pero si es de pueblo». La expresión, además de una suficiencia urbanita lamentable, disimulaba mal la costra de desprecio y desconocimiento que tantas veces se fabrica desde la ciudad hacia el campo. En este caso, el prejuicio emitido desde un estudio de A Coruña tenía más bemoles porque Besteiro nació en una ciudad llamada Lugo, que para el opinante debía de entrar en la despreciable categoría de «pueblo del que no puede ser un posible presidente». La noticia estos días en media Europa es que a los señores del campo se les han inflado las narices. También en Galicia, en donde los urbanitas de toda la vida y los sobrevenidos consideramos el rural una especie de Arcadia feliz en donde residen las esencias más primitivas de nuestra identidad y a donde acudimos de finde vestidos de exploradores dominicales para reencontrarnos durante media hora con el niño de aldea que alguien de nuestra estirpe fue alguna vez, qué monos. Esa idea pintoresca de la berza, cargada de suficiencia y complejo de superioridad, permite pontificar sobre todo lo que sucede donde no hay semáforos sin entender casi ninguno de sus problemas. Ahí está, por ejemplo, esa teoría del feísmo con la que tantas veces se insulta desde el púlpito de la ciudad a quien vive a diario en el rural, sin preguntarse el porqué de esa corriente arquitectónica. O las hipótesis arrojadizas sobre los incendios que obvian el abandono al que el rural ha sido sometido por los mismos que solo ven una red organizada de delincuentes con mecheros que jamás ha sido desmantelada, quizás porque no existe. Que cierre el rural que ya sabremos para qué valen los de pueblo.

QOSHE - Para qué valen los de pueblo - Fernanda Tabarés
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Para qué valen los de pueblo

9 3
07.02.2024

En una tertulia radiofónica reciente, uno de los opinadores convocados intentó empañar los galones del candidato del PSdeG como aspirante a presidir la Xunta con un desconcertante «pero si es de pueblo». La expresión, además de una suficiencia urbanita lamentable, disimulaba mal la costra de desprecio y desconocimiento que tantas veces se fabrica desde la ciudad hacia el campo. En este caso, el prejuicio emitido desde un estudio de A Coruña tenía........

© La Voz de Galicia


Get it on Google Play