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Esta columna fue escrita por el columnista invitado Amylkar Acosta.

A los problemas de las altas tarifas de la energía eléctrica, la subida desmedida de las mismas y la incapacidad del gobierno para atender el clamor de los usuarios y contenerla, se suma ahora el estrés al que está sometido el sistema eléctrico del país. Este estrés se debe al retraso y abandono de importantes proyectos de generación y transmisión. Además, se suma la amenaza de un posible racionamiento o limitación del suministro debido a un inminente apagón financiero de las empresas prestadoras del servicio.

El año pasado, la empresa XM, encargada de operar el Sistema Interconectado Nacional y de administrar el mercado mayorista, ya había advertido sobre el riesgo de un efecto dominó debido a la insolvencia a la que estaban abocadas las empresas prestadoras del servicio. Esta situación se debía al efecto combinado de la deuda acumulada por sus usuarios, que ya bordeaba los $5 billones, y a los atrasos del gobierno nacional en el giro de los subsidios a los usuarios de los estratos 1, 2 y 3.

Aunque la deuda por concepto de la opción tarifaria está en proceso de solución, al menos en parte, específicamente la que corresponde a los estratos 1, 2 y 3, cuyo monto ronda los $2.8 billones, la decisión del presidente Gustavo Petro de asumir dicha deuda por parte de la Nación aún está pendiente de aprobación por el Congreso de la República. Mientras tanto, para trasladar de manera inmediata........

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