Fatiga política (y es apenas febrero)
Los ciudadanos colombianos asistimos esta semana a un episodio más de la pobre vida política colombiana. Los affaires del canciller, del “golpe de estado blando”, de Benedetti, el retiro del director del Departamento Nacional de Planeación habrían bastado para comentarios fuertes. Pero tenía que haber algo más grave aún: el enfrentamiento entre el ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia.
Todo esto, que constituye el día a día de la picaresca de la política criolla, aburre profundamente a muchos ciudadanos. Poco positivo queda de ello y, en cambio, aumenta la sensación de hastío con formas de gobierno y de oposición que caracterizan a una clase política sin ideales ni imaginación, y untada de mafias.
En efecto, la primera semana de febrero llegó con su lote de picaresca, pero sin la picante promesa del cambio. Sentimos hastío por la cosa política, bostezamos cuando pensamos que faltan muchos meses de lo mismo. Hagamos sin embargo un esfuerzo, recapitulemos........
© La Silla Vacía
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