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El pacto que convirtió a Petro en rehén de sus propios aliados

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30.11.2025

La semana pasada fue un golpe tras otro para el Gobierno. La Fiscalía anunció la imputación de dos exministros por el escándalo de la Ungrd; Caracol TV reveló que las disidencias de las Farc aportaron dinero y apoyo logístico a la campaña presidencial, y que el presidente nombró a personas cercanas a ellas en altos cargos del Estado; salieron a la luz nuevos casos de corrupción en Ecopetrol ignorados por su presidente, Ricardo Roa; y, para rematar, el CNE sancionó la campaña de Petro por violar los topes electorales.

Estos episodios, ocurridos en el primer círculo del presidente, son un indicio adicional de que Gustavo Petro se apoyó en prácticas corruptas para llegar al poder y las siguió utilizando para gobernar, quizás bajo la idea de que “así se ha hecho siempre” y que esta vez eran necesarias para impulsar la revolución social con la que sueña. Pero sin lograr esas transformaciones, terminó convertido en rehén de quienes explotan sus paranoias y su narcisismo para enriquecerse a costa del erario.

“El poder históricamente se ha gestionado a través de la corrupción”, dice Marcela Restrepo Hung, la directora de la ONG Foro por Colombia, que trabaja en temas de democracia.  

Explica que esto ocurre porque, en Colombia, el poder está lejos de ser un “lugar vacío” —como debería ser en una democracia, donde todos compiten con las mismas reglas— y, en cambio, ha estado escriturado a élites económicas y políticas que lo administran desde el autointerés. “La administración pública es un botín burocrático que se reparte”, afirma.

Con ese contexto, dice que el país se creyó el cuento de que Gustavo Petro llegaba como una alternativa frente a ese ejercicio tradicional del poder. “Pero Petro, en la práctica, nos lo dijo desde el principio: voy a hacer un pacto y lo voy a hacer a la antigüita. Y la antigüita es con corrupción y abuso del poder”, concluye Restrepo. “Lo que estamos viendo es una materialización grotesca de esto. Con el estilo de gestión de Petro, con su ego y su autoritarismo.”

En efecto, después de décadas denunciando a “las mafias en la política”, Petro terminó aliado con varios clanes cuestionados, en buena parte a través de Roy Barreras y Armando Benedetti. 

Petro se........

© La Silla Vacía