Una cuestión de dinero
Las vidas de Muhammad Ali y Mike Tyson se entrelazan como dos cadenas de ADN para conformar la genética del boxeo. Puede que ambos se equivocaran en sus finales, pero sus formas de abandonar los laureles del éxito los definen.
Tras anunciar su retirada recuperado el cinturón con un aluvión de jabs contra Leon Spinks en 1978, Ali sintió la necesidad de volver. Se dice que esa urgencia partía de sus bolsillos, pues tras dilapidar parte de su fortuna ingresaría ocho millones de dólares por la pelea. El rival era un viejo conocido. Larry Holmes, campeón del mundo de la AMB, había sido su sparring. Los exámenes médicos que se le practicaron a un Ali de casi 39 años indicaron que no era capaz ni de tocarse la punta de la nariz con su dedo. Holmes lo barrió del cuadrilátero y su propio........
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