Schadenfreude
En 1995 George Weah se convirtió en el primer jugador no europeo en ganar el Balón de Oro. El liberiano había asombrado al mundo siendo el máximo goleador de la Liga de Campeones, pero su papel excedía, en mucho, al fútbol. Fue embajador de Unicef, realizó una labor humanitaria inmensa y cursó Empresas y Criminología para poder dirigir a su país apoyando a las clases más desfavorecidas y afectadas por la guerra.
El lunes, sobre las 22,30, Weah salía al estrado del Théatre du Chatelet de París para escenificar el trasvase de lo que debe ser el fútbol. En una entrega llena de simbología no sucedió lo que todo el mundo creía. Con una Supercopa, una Liga, una Champions, 24 goles y 11 asistencias debajo del brazo, Vinícius se quedó sin un premio que se daba........
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