La vertical
Cuando era pequeño tenía un juguete que, por muchos trompazos que llevase, siempre se mantenía en pie. Siendo niño me quedaba pasmado ante aquella tecnología que no sabía cómo diablos podía deificar la vertical del trasto. Hoy no tengo aquel tentetieso, pero tengo un Daruma tatuado, que viene a ser lo mismo. Bodhidarma viajó a China para fundar el zen. Meditó nueve años frente a una roca, impasible ante incendios y tempestades. Cuenta la leyenda que tras permanecer tanto tiempo inmóvil, sus brazos y piernas se desprendieron, manteniéndose erguido por su fuerza interior. Eso es el Daruma. Un muñeco sin extremidades, que siempre que se cae, se levanta. En su pecho vive un viejo proverbio nipón: “si te caes siete veces, levántate ocho”.
En 2023 Jorge Prado ganó el mundial de motocrós de una forma........
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