A cuerpo de rey
A finales de junio se producía el Draft de la NBA. Un joven de 19 años de Akron al que llaman Bronny figura entre los 60 jugadores que las grandes franquicias se rifan. Su carta de presentación no es la mejor. Cuenta con apenas 25 partidos universitarios y el hándicap de haber sufrido un paro cardíaco que hizo temer por su vida y por su trayectoria. Todo ello le sitúa en el puesto 55, el sexto más bajo, un lugar que no suele dar acceso a minutos en la mejor liga del mundo y que conduce a los jugadores a la liga de desarrollo. Pero más allá de todo ello, la fortaleza del chaval descansa en su apellido: James.
El superagente de la NBA, Rich Paul, se encarga en los días previos de hacer el trabajo sucio para que Bronny recalae en California. Llamó a los equipos que podían tener interés en el........
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