Tiempo perdido
Un viejo refrán dice que “el tiempo perdido lo cobra Dios”, que puede aplicarse a lo que sucede en muchos procedimientos que atañen a la comunidad, como la administración pública, la justicia y la actividad legislativa, entre los más relevantes que afectan al colectivo social. La burocracia oficial, desde tiempos inmemoriales, se ha caracterizado por lenta y engorrosa en sus procedimientos, como si a los funcionarios sólo les interesara conseguir el puesto y conservarlo, antes que ser útiles y eficientes. Uno de ellos, cuando un conocido le observó la escasez de trabajo en sus funciones, contestó con cinismo: “harto trabajo me costó conseguir el puesto”.
El asunto se agrava cuando la ineficiencia se ubica en cargos de alta responsabilidad, en los que la........
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