Justificada rabia e indignación han producido los casos de delitos sexuales, acoso, secuestro y asesinato cometidos contra menores de edad, siendo el más reciente -entre muchos más- el doloroso caso de la niña Sofía Delgado, de doce años, víctima de un criminal -ya confeso- que ocultaba sus perversas intenciones en una tienda de productos para mascotas, en el municipio de Candelaria -Valle del Cauca-. Un individuo desalmado, con antecedentes en esa actividad delictiva, que -inexplicablemente- se encontraba en libertad por vencimiento de términos. Los funcionarios responsables de esa impunidad -que implicó la inadmisible desprotección de los niños y la comisión de nuevos crímenes- tienen que ser procesados penal y disciplinariamente.

En verdad, la administración de justicia tiene mucha culpa de lo que sigue ocurriendo, no solamente por la lentitud y tardanza en el........

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