Tiempo de lucha
El neoliberalismo fue implantado por el mundo en los años 1980. Ha sido una noche negra para las mayorías de los explotados. Sólo hubo luz para los de arriba, los empresarios en primerísimo lugar. La economía, sobre los rieles neoliberales, ha funcionado para engrosar, en ritmos y montos sin precedentes, la riqueza de los ricos, como lo muestran los índices de la desigualdad en todas partes. Este hecho, nunca desconocido por los de arriba, fue descrito y valorado como un “obvio deber ser” para la vida de todos porque es “un hecho natural” según la óptica neoliberal. Los de abajo nada deben reclamar: cada uno es empresario de sí mismo. La suerte de cada uno, su pobreza o su miseria extrema, es natural y corresponde a su destreza para la vida. Los ricos, y todos los de arriba, simplemente merecen las riquezas que “ellos mismos” se han procurado.
El neoliberalismo ha sido la peor, la más sanguinaria versión del capitalismo. Vino acompañado de la más grande patraña sobre la realidad social y económica. La mayor explotación capitalista –debido a la caída lenta pero persistente de la productiviad del trabajo desde los inicios de 1970– fue encubierta con el ropaje falaz del merecimiento del empresario.
Apoyado en un feroz grado........
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