La decadencia
El padecimiento de Biden se llama Alzheimer; hace tiempo que para las corrientes principales todas las demencias quedan enmarcadas en esa caracterización general.
El declive de Biden ha sido más evidente durante el último año y la tendencia de su padecimiento no hará sino empeorar. Una encuesta realizada en agosto de 2023 por Associated Press, halló que 77 por ciento del público y 69 por ciento de los demócratas dijeron que era “demasiado viejo para conducirse con eficacia durante cuatro años más”.
Desde luego, no es la vejez, sino la demencia, que lo hace cometer fallos graves cada vez con mayor frecuencia. La esfera política, la “democracia” o el Partido Demócrata se hallan en un estado tan crítico que nadie pudo evitar el áspero encontronazo con la realiad del “debate”.
En la otra esquina, Donald Trump, un mentiroso compulsivo de ultraderecha, con gran fuerza en la cultura política de Estados Unidos. Su triunfo sobre Biden parece dado, si Biden, su familia y su círculo cercano (que incluye a Obama y a Bill Clinton) persisten en sostenerlo a rajatabla.
Pero, cuando la tragedia se pone en marcha, no hay nada que la detenga. Va al encuentro de su destino inexorable. Chris Hayes escribió en The New York Times, a 18 meses de haber........
© La Jornada
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