Como dispositivos para darle orden y sentido al tiempo, el calendario y los relojes se emparentan con la literatura, con la diferencia de que mientras los primeros nos abruman con cuentas regresivas y comportan un ineludible sentido de pérdida, la literatura siempre tiene en nuestras vidas un carácter sumativo.

Escribir, pero sobre todo leer, es una forma de organizar el caos de la realidad, mitigar el tedio y sumar tiempo a nuestras vidas. Como lectores vamos sumando inicios y finales, nos valemos del lenguaje y las palabras de otros para construir con nuestra imaginación una narrativa acorde a nuestros intereses vitales y estéticos, de manera que, como decía el escritor español Gonzalo Torrente Ballester, con la literatura le conferimos a........

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