Un hombre ora rodeado de su familia. Podría ser una escena cotidiana en TikTok —mucho más teniendo en cuenta que he adiestrado mi algoritmo en temas de religión y política—, pero cuando el hombre es Abelardo de la Espriella, ese acto de devoción se convierte en un cínico spot político.

Soy un convencido de que las creencias pueden cambiar. También las opiniones, porque no sería nada más que monótono y aburrido pensar siempre lo mismo. Pero este gazmoño de la Espriella sí que es un oportunista. Puede que ahora crea en un dios, pero estoy seguro de que cree, mucho más, que los cristianos le darán los votos en nombre de ese dios.

En ciencia, el “dios de los huecos” es una idea útil para entender cómo la fe intenta llenar lo que la........

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