El intenso calor del verano de una tarde en Europa, se siente tan diferente como cualquier día de “bochorno” en algún pueblito de Colombia.

En el mes de julio viajé a Europa, conocí cuatro países, cuatro diferentes culturas, cuatro diferentes idiomas. Fue parte de mi regalo como quinceañera, preferí cualquier tipo de aventura para coleccionar en la sección de recuerdos de mi vida, en vez de cualquier otra posible opción. Aún sigo pensando que fue la mejor decisión que alguna vez he tomado.
Era verano en julio, el sol se veía en el punto más alto del cielo a cualquier hora del día, y las........

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