Paz Total y las economías criminales: Colombia en una encrucijada
Esta semana se conmemoró un aniversario más del asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento y el coronel de la Policía Nacional, Valdemar Franklin Quintero. Ambos crímenes se produjeron en un contexto marcado por la violencia del narcotráfico y la creciente influencia de los grupos armados ilegales en el país, hechos que reviven una de las heridas profundas en la historia colombiana. Galán permanece en la memoria colectiva como el político idealizado por su carácter reformista y su consigna de evitar un narcoestado, un objetivo que requería de la valentía y el compromiso de uniformados como Quintero y su trabajo incansable por desmantelar los carteles de la droga. Sus muertes dejaron marcas imborrables y generaron interrogantes que aún hoy persisten.
La sombra de estos magnicidios y de otros millares de asesinatos generados por las economías criminales continúa alargándose sobre nuestra sociedad. Hoy Colombia, a pesar de un sinnúmero de esfuerzos se encuentra lejos de erradicar esta violencia evolucionada y diversificada para adaptarse a las nuevas realidades y desafiar al Estado. Los grupos armados ilegales, herederos de los antiguos carteles, controlan vastas regiones del territorio nacional, extorsionan a la población y se lucran con actividades ilícitas como la minería ilegal y el tráfico de armas.
En este sentido, a dos años del inicio del mandato del presidente Gustavo Petro y la implementación de su política de Paz Total........
© Kienyke
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