En favor de las empresas
Todas las empresas son imperfectas, partamos de ahí. Eso no significa, necesariamente, que sean malas. Son así porque son humanas. Si aceptamos que las organizaciones pueden equivocarse, podremos entender que, en el agregado, le representan a las sociedades bondades exponencialmente superiores en contraste con sus deficiencias.
Cualquier historia de progreso humano tiene a una empresa como parte de su relato. Me atrevo a afirmar esto porque esa movilización favorable es impulsada por personas que trabajan a partir de un objetivo compartido. Una empresa es, al fin y al cabo, la extensión del ingenio y el sudor colectivo.
¿Que lo pueden hacer mejor? Por supuesto. ¿Que fallan eventualmente en su gestión? No hay duda. ¿Que hay elementos que no nos gustan? Como todo en la vida. Pero la gratitud por abrirnos la puerta y permitirnos desarrollar nuestro potencial debería ser mayor a esas........
© Kienyke
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