Byung-Chul Han, esperanzado ( y II )
Habiendo acabado el comentario anterior que hablaba de uno y anunciaba otro libro del pensador germano-coreano, he ahí que, el libro esperanzado ha visto la luz, lo que me lleva a reelaborar el artículo y ante la amplitud que podría alcanzar, dedicar uno a cada uno de los libros de los que hablaba; osea que uno se ha convertido en dos. Así, si en el anterior artículo ya quedan señalas algunas pistas del nuevo libro, ahora entro en él, al tenerlo en la mano, con mayor detalle.
«El espíritu de la esperanza», editado por Herder como casi todas las obras del autor, es una defensa cerrada de la esperanza, señalando sus valores y hasta su necesidad, contraponiéndola con otras opiniones y contra otras actitudes que la ignoran, no la enfocan como se debe, la desprecian o la minusvaloran no otorgando la debida importancia que posee la esperanza para el ser humano y su futuro. Como ya señalaba en la entrega anterior el libro va acompañado de imágenes del pintor Anselm Kieffer; ocho más la que aparece en la cubierta del volumen.
Si por lo general en sus obras, el pensador ha solido presentar críticas negativas al orden neoliberal dominante, que filtra sus valores en las mentes de los ciudadanos y en su comportamiento, lo que puede abrir ciertas puertas a la desesperanza ante lo negro del panorama pintado, en esta ocasión los tonos dan paso al posible, y deseable, futuro armonioso de los humanos, ya que, según sostiene, en éstos anida la capacidad de impulsar situaciones nuevas que supongan pasos hacia adelante en el futuro del hombre en sociedad, mirando, y proponiendo, hacerlo con vistas a un horizonte prometedor. Entra Han en un retrato de la sociedad actual en la que el miedo y las visones apocalípticas venden y amplían su presencia tanto en las artes como en la vida misma. Los miedos y la angustia planean con fuerza ante al panorama amenazante, plagado de pandemias, de guerras, de catástrofes climáticas y otras amenazas. Ante esta atmósfera imperante solamente la esperanza puede suponer una vida que sea más que la mera supervivencia, al abrir paso a horizontes más luminosos y flechas que señalan el sentido, más claro, a adoptar, o a esperar. Frente a la repetición de lo mismo, dinámica en que reposa nuestro hoy, la esperanza se amplía hacia lo nuevo, a lo inesperado, a lo que aún no existe, siendo ella la que supone apertura, frente a las actitudes cerradas, como el optimismo o el pesimismo, las dos caras de la misma moneda, en la medida en que son caminos cerrados, fijos, que apuestan, vaticinando, un final feliz o desastroso.
Si Antonio Gramsci hablaba del pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad, da toda la impresión de que el pensador germano se ha apuntado a tal propuesta, alzando la bandera de la esperanza como una necesidad para salir del atolladero y de las negras perspectivas con que éste amenaza; en cierta medida, y siendo consciente de que es potente e hipotético lo que digo, da toda la impresión que Byun-Chul Han aun no reivindicando los meta-relatos de legitimación (los grandes relatos de los que hablase Jean-François Lyotard) que señalan el camino, prometiendo una salida…en ese orden de cosas, puntualizaré que el filósofoesperanzado no propone un relato-receta como los señalados por el filósofo francés (marxista o capitalista , idealismo alemán / iluminismo, cristianismo) sino una........
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