Palestina, Euskal Herria y Ruptura Comunista
Nota: Ponencia debatida el domingo 16 de junio del corriente en el II Encuentro del Libro Comunista sobre Ruptura Comunista, realizada entre el 14 y 16 en el CSO La Rosa, Madrid.
No se ha de pensar que la sociedad comunista sea una etapa final del desarrollo humano, en la que se resuelvan todas las contradicciones y desde la cual, por consiguiente, ya no es posible seguir avanzando. Marx no la describe como un final, sino el comienzo de la historia, de la historia verdadera, hecha por los hombres, conscientemente, en la persecución cooperativa de sus fines; por lo que todo cuanto conduce a ella, las diversas formas de la sociedad dividida en clases, con sus luchas, su ceguera y su inhumanidad, deben considerarse desde su perspectiva, como un período prehistórico.
William Ash: Marxismo y moral. Ediciones Era. México 1969, p. 151.
1.- QUÉ ES UN LIBRO COMUNISTA
2.- QUÉ ES LA RUPTURA COMUNISTA
3.- TEORÍA DE LA CRISIS Y RUPTURA COMUNISTA
4.- VIOLENCIAS, GUERRAS Y RUPTURA COMUNISTA
¿Qué importancia tiene que nos hagamos esta pregunta cuando el tema a debate no es otro que el de la situación de Palestina y Euskal Herria desde el punto de vista de la ruptura comunista? Desde luego que tiene toda la importancia que podamos concebir porque el futuro de ambos pueblos está inextricablemente unido a los ritmos de su lucha de clases propia y mundial. Para ello es decisivo conocer la ley del desarrollo desigual y combinado que conecta las luchas de liberación, lo cual nos lleva obligatoriamente a la necesidad de la teoría, del estudio del libro comunista.
Pero preguntémonos ¿qué es un libro comunista? La respuesta parece y en cierta forma es obvia: un libro comunista es el que trata de la vigencia del comunismo. Es cierto. ¿Pero si fuera mucho más que eso? Fijémonos en que estamos reunidos en el II Encuentro y no en una II Feria del Libro Comunista. La diferencia entre “encuentro” por un lado y “feria” o “mercado”, por otro, es decisiva para entender una de las características que debe reunir un libro comunista: explicar la práctica y teoría de la lucha contra la ley del valor, contra la mercantilización del pensamiento y de la vida, o sea acabar con la dictadura del valor y del trabajo abstracto. La explicación ha de mostrar algo esencial para la cuestión que nos reúne aquí, que el pensamiento, la cultura, el saber o como queramos decirlo ahora sin mayores precisiones, están y estarán amputados en su potencial científico-crítico mientras sean internamente estructurados por la dictadura de la propiedad privada. Sobre todo ha de mostrar que la desmercantilización del saber es imposible sin la revolución socialista como primera fase del comunismo.
Un estudio somero de la historia de la filosofía indica que ésta, en su acepción griega antigua como «amor al conocimiento», fue surgiendo conforme se agravaban las tensiones y contradicciones sociales de modo que la minoría dominante necesitaba racionalizarlas en lo posible para asegurar su poder, y surgió en el mismo proceso de aparición de la ética como intento de convencer definitivamente a los y las explotadas que asumieran pasiva y hasta entusiásticamente su condición. Desde esta perspectiva materialista histórica y dialéctica, la diferencia cualitativa entre filosofía y religión es la misma que hay entre el avance de una mínima y parcial racionalidad en desarrollo contradictorio y las resistencias tenaces de los mitos y creencias supervivientes del pasado de incultura obediente.
Pero desde un pensamiento no materialista y por tanto no ateo, tal diferenciación creciente tenía y sigue teniendo pese a todo una base común, la adoración fetichista del oro o de otro bien escaso como encarnación del fetiche divino o del fetiche directamente dinerario. Desde las primeras reflexiones escritas en Sumer, por ejemplo, Hammurabi (s. -XVIII), especificó la equivalencia entre las mercancías “mujer” y “buey”, además del precio de los y las esclavas. Para entonces, la escritura y el pensamiento que ella reflejaba y reforzaba ya era un instrumento de explotación social e “imperialista” en su contexto. En China, India y Grecia, por centrarnos en estos países, era objetiva la unión entre el oro u otro bien con el pensamiento definido incluso como un «tesoro» que aseguraba poder y prestigio. En lo material, no era un «tesoro» en el sentido burgués, capital acumulado reinvertido para lograr una acumulación ampliada, es decir, valor que se valoriza a sí mismo mediante la plusvalía absoluta y relativa, sino un “tesoro” precapitalista, de simple amontonamiento de riqueza para prestigio de sus poseedores, para gastos suntuosos, en algunas infraestructuras elementales, en apología simple de la cultura dominante y del ejército.
En la medida en la que la “feria” y el «mercado” imponían socialmente su dictadura desplazando la llamada abstracción intercambio hacia la abstracción mercancía, en esta medida el «libro» y el pensamiento que mediante él se reforzaba, se convertían mayoritariamente en instrumento de poder, y muy minoritariamente en instrumento de liberación. Los textos revolucionarios, subversivos, críticos, eran declarados demoníacos, infieles, ateos, herejes, heterodoxos, librepensadores, anarquistas, comunistas, y quemados, censurados, ilegalizados o simplemente expulsados del “mercado”, de la “feria del libro” mediante mil trucos y leyes «democráticas».
De aquí, la importancia crucial de insistir en el abismo que separa a este II Encuentro del Libro Comunista de todas las Ferias del Libro organizadas por la industria cultural del imperialismo. Por su etimología, “encuentro” es un lugar en el que se relacionan las personas, y los primeros mercados de intercambio de equivalentes eran encuentros sociales en los que no dominaba la dictadura del trabajo abstracto y del valor. El saber se socializaba libre y necesariamente en estos “encuentros” antes de convertirse en un “tesoro” privado de la clase dominante masculina. Desde entonces, la lucha por mantener y recuperar encuentros, asambleas, fiestas u otros eventos horizontales, de democracia directa no castrada por la dictadura del dinero, ha sido permanente en todos los modos de producción basados en formas de propiedad privada.
En este II Encuentro del Libro Comunista está más que nunca en juego la lucha contra el libro-mercancía, un simple valor de cambio que no enseña nada y sí refuerza la ideología dominante. Lo está más que en el I Encuentro del año pasado porque se ha endurecido la ofensiva reaccionaria también contra el pensamiento revolucionario, antiimperialista. La necesidad de este II Encuentro es aún más perentoria cuanto que su tema de reflexión no es otro que el de la Ruptura Comunista, ahí es nada.
Uno de los objetivos........
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