El cubano loco obsesionado con México
Los «tres cubanos locos» andan desatados. Durante años, Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez se han presentado en el Congreso de Estados Unidos como un bloque cubanoamericano cohesivo: línea dura contra los gobiernos que llaman «totalitarios», aplauso a las sanciones y defensa pública de medidas draconianas, difícilmente admisibles en un contexto verdaderamente democrático.
En los últimos meses han mostrado una unidad casi monolítica en apoyo de Donald Trump y su agenda, al punto de que el apodo circula entre sus colegas como síntesis del papel de esta banda.
Son en el Congreso un trío inflexible y estridente que ayuda a fijar el tono del sur de Florida y empuja hacia la confrontación en el hemisferio.
Dentro de ese trío, sin embargo, hay un caso especialmente ilustrativo: la obsesión de Carlos Giménez con México. La prueba más reciente llegó este martes en una entrevista publicada por The Floridian, donde Giménez respaldó la orden ejecutiva de Donald Trump que clasifica el fentanilo de fabricación ilícita como «arma de destrucción masiva» (WMD, por sus siglas en inglés).
Su elogio no se detuvo en prevención, tratamiento, reducción de daños o redes financieras. Hizo lo que acostumbra, convertir el problema en........© Juventud Rebelde





















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