Encuentros y desencuentros con Santa Claus
Creo que Rilke tenía razón cuando dijo que la verdadera Patria es la infancia. Hay, sin duda, en ese lugar mágico de nuestra memoria, algo único que nos define como individuos, como miembros de una familia, de una comunidad, de una generación, de una historia.
Cuando iba a escribir estas notas, me pregunté si Santa Claus había sido un personaje importante para mí en aquel Pinar del Río de los años 50 del siglo pasado. Con toda franqueza debo decir que no. Los Reyes Magos, en cambio, sí lo fueron. Los recuerdo con afecto y también con una pizca de rencor, a causa de una especie de deuda que les quedó pendiente. Les escribí muchas cartas, quién sabe cuántas, para convencerlos de que yo era un niño estudioso, aplicado, que merecía como regalo el tren eléctrico que se exhibía —deslumbrante— en la primera tienda por departamentos de la ciudad. Me trajeron otros juguetes; pero ese tren jamás.
Vi a Santa Claus por primera vez en la referida tienda por departamentos. Pero nunca le escribí. Ninguno de mis amigos lo hizo. Seguíamos dirigiéndonos con mayor o menor fortuna a los Reyes Magos. No acabábamos de simpatizar con........© Juventud Rebelde





















Toi Staff
Sabine Sterk
Penny S. Tee
Gideon Levy
Waka Ikeda
Grant Arthur Gochin
Rachel Marsden