"We are fucked!"
No sólo los demócratas están jodidos, según parece que ha dicho alguno de sus portavoces oficiosos nada más terminar el debate. Estamos jodidos todos. Porque Joe Biden, un presidente balbuceante y carraspeante, no ha sido capaz de plantar cara como merecía al expresidente Trump. Haciendo uso de las mentiras y disparates de siempre, el republicano golpista y convicto, ególatra y mentiroso, un auténtico neofascista, ha reforzado su voto, puede que incluso haya ganado alguno. Por el contrario, es improbable que haya un solo votante neto añadido a la bolsa de los demócratas.
La gran pregunta, la única en realidad, que el mundo entero se hacía al inicio del debate en CNN era si Biden estaba capacitado para seguir gobernando. Decenas de imágenes –muchas de ellas manipuladas, descontextualizadas o falsas por completo– han ido perfilando la imagen de un político que a sus 81 años sufre graves problemas cognitivos y no está capacitado para llevar las riendas del país. Y aunque Donald Trump tiene tan solo tres menos y no es precisamente un ejemplo de equilibrio mental, transmite una vitalidad y asertividad mayores que las del venerable y veteranísimo presidente.
En esta campaña este es un asunto crucial que no puede resolverse con una mera línea ingeniosa como aquella histórica que pronunció Reagan (73 años) en 1984 debatiendo con Mondale (56), cuando el moderador cuestionó al presidente su capacidad por razón de edad. Reagan esperó pacientemente a que se suscitara la cuestión, que estaba también en boca de todos, y reaccionó con sorna, para regocijo de la audiencia, incluido su........
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