Elon Musk llevaba desde 2016 trabajando en la implantación de chips en el cerebro humano, con el objetivo de ayudar a los pacientes con miembros amputados a mover sin conexiones sus prótesis robóticas, y por fin lo ha conseguido. A juzgar por la sesión de ayer en el Congreso de los Diputados, ha sido en el grupo parlamentario del PSOE donde ha tenido éxito el polémico experimento. El implante, aplicado a los diputados socialistas con el criterio amputado, funciona con una interfaz de 'hilos' que van 'cosidos' al cerebro, según el comunicado de Neuralink, y que son manejados sin piedad desde Moncloa.

Esto último se deduce de las dimensiones de la humillación a la que se han sometido ellos mismos y a la que han sometido a sus propios votantes. No sólo votaron sí a la nociva y vergonzosa amnistía, ante los ojos de toda España, sino que además se vieron obligados a encajar el guantazo de Puigdemont, tan merecido como vejatorio.

Ahí quedan para la historia, en las actas, en votación pública por llamamiento. Si al menos cinco justos hubieran quedado en Sodoma, para salvar a futuro la honra del partido. Si al menos un sólo justo hubiera quedado. Pero todo rastro de conciencia que las bases esperasen, toda esperanza de que no se prestasen a la traicion, fue en vano. Serrada Pariente David, si.

Mientras los noes eran vociferados con fuerza desde los escaños, los síes apenas eran audibles, segurmanete debido al ardor de estómago. Tan ominosa fue la tarde que el tal Puente permaneció escondido en el burladero del voto telemático, no sé si porque prefería no verse retratado en tal situación de sometimiento o porque no se veía para poner un pie en la calle. Sánchez tiene sobre los suyos el mismo efecto que Hannibal Lecter: el grupo parlamentario socialista ha quedado reducido a la nada política después de quedar amputado y tragarse su propio criterio y sus propias líneas rojas. Su derrota se extiende a la democracia toda. Sólo gana Puigdemont. El tiempo le viene bien y queda demostrado que no se da un solo paso en esta legislatura que no sea a su dictado y sin faltas de ortografía anticonstitucional.

En cuanto pasen las regionales gallegas, Sánchez terminará de inclinarse y sanseacabó. Los diputados socialistas no son ya más que marionetas teledirigidas por el implante del poder en el cerebro, sacrificados en aras de los delirios de grandeza de un aventurero que se limita únicamente a huir hacia adelante, sin importarle lo que después suceda en cada uno de los distritos electorales. Lo único que se atreven últimamente a decir fuera de micro es que ya está bien de hablar de la amnistía. Pues la llevan clara.

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