El adivino
El 'puto amo' tiene una cohorte de palmeros. El primero, y más destacado, el ministro de Transportes. Destilando la clase y estilo a la que nos tiene acostumbrados, Óscar Puente bautizó con ese apodo a Pedro Sánchez en aquellas jornadas en las que el presidente del Gobierno se marchó a reflexionar al desierto, mientras unos cuantos le gritaban 'quédate' y más de media España soñaba con su marcha.
La vicepresidenta María Jesús Montero no le va a la zaga. Sobre todo, desde el amago de fuga presidencial. Recordarán su show en las puertas de la sede socialista de Ferraz cuando, puño en alto, arengaba a sus correligionarios al grito de «¡No estás solo!». El esperado anuncio de que «Pedro, Pedro, Pedro, Pedro, Pe» se quedaba entre nosotros no ha mermado su capacidad de histrionismo. De hecho, hace unos días, en la sesión de control del Congreso, volvió a gesticular desaforadamente contra la bancada........
© Gaceta de Salamanca
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