El 8 de abril de este año lo vamos a recordar. Fijo.

Algunos lo harán por la vuelta a las aulas de los estudiantes de la Universidad Pontificia, después de unas más que generosas vacaciones de Semana Santa.

Otros porque disfrutarán de la visión de un eclipse total de sol, algo que no puede verse todos los días. El último tuvo lugar hace tres años y solo pudo observarse en la Antártida durante poco más de un minuto. En esta ocasión, deberán desplazarse a Canarias o a los pueblos gallegos más occidentales si quieren contemplar, aunque sea un poquito, este fenómeno, que desgraciadamente coincidirá con la puesta de sol.

Los más rememorarán lo bien que lo pasaron junto a los amigos celebrando el Lunes de Aguas, una tradición cien por cien salmantina que, por su popularidad y sencillez, no se perderá jamás.

Pero el día de San Dionisio de este año es la fecha en la que Renfe va a comenzar unas obras de ampliación de la estación de Chamartín que durante unos meses van a volver locos a los que se desplazan a diario en tren a Madrid para trabajar. Algunos de ellos ya piensan en abandonar Salamanca porque el primer Alvia que nos conectará con la capital de España llegará a las nueve y veinticinco de la mañana, es decir, cuando uno no puede llegar a tiempo a su puesto de trabajo. Lo denunciaba en estas páginas Alejandro Rosende, de la asociación «Tren Salamanca», quien se preguntaba, con toda la intención del mundo, si el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sirve realmente para algo. Bajo ese rimbombante nombre solo hay humo, querido Alejandro. El Gobierno anda más preocupado por cómo contentar a un todavía prófugo de la Justicia que se la tiene jurada a España que en conseguir «la cohesión territorial, garantizando la igualdad de derechos, oportunidades y servicios en los territorios menos poblados de nuestro país». El entrecomillado lo he sacado de la home de la página web del ministerio que dirige Teresa Ribera, la cual pinta una España idílica y donde la fotografía de la ministra es más grande -debe ser que quiere darse a conocer- que el resto de utópicos mensajes para incautos.

Los agravios de Renfe con la provincia de Salamanca son tan continuos y sangrantes que hasta el propio apesebrado PSOE local ha tenido que salir a la palestra para decir que han hablado con el Ministerio de Transportes para ver si pueden adelantar ese horario del primer tren rápido. No desvelaron quién es su contacto en el ministerio. Espero que no sea Óscar Puente, el ministro vallisoletano al que precisamente el próximo 8 de abril aplaudirán sus paisanos porque desde entonces gozarán de trenes Avlo a Madrid en alta velocidad al irrisorio precio de 7 euros.

Hombre, queridos Fran Díaz, David Serrada y Elena Diego, parlamentarios socialistas de pro, el ministro de Twitter fácil tiene muy claros cuáles son sus colores. Y parece que no le gusta mucho el carmesí de nuestra bandera. Prefiere tenernos bajo su bota.

El cambio de horarios también afecta al primer Alvia que llega a Salamanca desde la capital de España. Entrará en Vialia, si no hay retraso, cinco minutos después del mediodía. Vamos, que los madrileños llegarán casi a la hora del vermú y habrán perdido mucho tiempo de visita y de posible gasto en establecimientos de nuestra ciudad.

Los despropósitos de Transportes son tan grandes y tan constantes que ya debería haber dimitido algún directivo. Pero aquí, en el lejano Oeste español, nunca pasa nada. Y llegará el 9 de abril y seguiremos igual. Resignados. ¡Qué pena!

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QOSHE - El 8 de abril - Miguel Ángel García-Mochales
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El 8 de abril

9 0
26.03.2024

El 8 de abril de este año lo vamos a recordar. Fijo.

Algunos lo harán por la vuelta a las aulas de los estudiantes de la Universidad Pontificia, después de unas más que generosas vacaciones de Semana Santa.

Otros porque disfrutarán de la visión de un eclipse total de sol, algo que no puede verse todos los días. El último tuvo lugar hace tres años y solo pudo observarse en la Antártida durante poco más de un minuto. En esta ocasión, deberán desplazarse a Canarias o a los pueblos gallegos más occidentales si quieren contemplar, aunque sea un poquito, este fenómeno, que desgraciadamente coincidirá con la puesta de sol.

Los más rememorarán lo bien que lo pasaron junto a los amigos celebrando el Lunes de Aguas, una tradición cien por cien salmantina que, por su popularidad y sencillez, no se perderá jamás.

Pero el día de San Dionisio de este año es la fecha en........

© Gaceta de Salamanca


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