El motín de Esquilache
El mal es oscuridad y el bien luz. De esto no hay ninguna duda. El ser humano lleva toda su existencia escondiéndose en las tinieblas para hacer algo malo, mientras que se ha encargado de pasear con alegría lo agradable y lo honorable. Esto siempre ha sido a lo largo de la historia, pero ahora los callejones de fechorías están en un teléfono móvil y en la cruel cobardía del anonimato digital.
En 1766, Esquilache, ministro preferido de Carlos III, propuso la sustitución de las arraigadas capas largas y los enormes sombreros de ala ancha, que tapaban con suma facilidad la identidad de un individuo, por capas cortas y el sombrero de tres picos o tricornio. La capa servía para esconder cualquier arma y el sombrero hacía de pasamontañas de la época para no ser reconocido. Dar con un sospechoso de asesinato en un callejón oscuro de Madrid, después de una noche larga donde el alcohol ahogaba al honor, era una........
© Gaceta de Salamanca
visit website