El mensaje, quizá más preocupado que nunca, del Rey
MADRID 24 Dic. (OTR/PRESS) -
Sin discusión posible, este año que concluye ha sido nefasto desde el punto de vista de la moralidad, la ética y la estética políticas. Terminamos con un fiscal general inhabilitado; dos ex secretarios de Organización del PSOE inculpados -uno, aún en la cárcel, junto con su testaferro-; la mujer y el hermano del presidente, en apuros judiciales; el partido que nos gobierna, acosado desde varios frentes de corrupción y de mala conducta social. España ha perdido mucho de su peso internacional, el Gobierno se tambalea en una minoría cada día más patente, estamos sin Presupuestos ni atisbos de ellos. ¿Sigo?
La preocupación creciente en una parte de la ciudadanía acerca de qué va a ocurrir en el futuro, ante un 2026 que se nos presenta como un año de Cambio, sin que sepamos ni cuánto, ni cuándo, ni hacia dónde ocurrirá exactamente la mudanza, tampoco redunda en favor de la serenidad de los espíritus, por más que hayamos de admitir que la economía, al menos, va bastante bien. Pero son muchos los temas que nos hablan de desajustes y contradicciones que los buenos datos macroeconómicos no logran esclarecer.
Este es el contexto que enmarca el tradicional mensaje de Navidad, en la noche de este miércoles, del Rey Felipe VI. Tiene motivos el jefe del Estado para estar........





















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