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En defensa propia
La familia Paz estaba dichosa. Se les había cumplido el sueño de tener casa propia al salir beneficiados con el subsidio de vivienda otorgado por el Estado. Llevaban ya meses en ella con la gran tranquilidad que es para una familia joven obtener un hogar donde vivir. Habían tenido ya encuentros con vecinos y hasta se visitaban con ellos compartiendo muy amenamente, aunque fuesen de la misma región, pero de costumbres diferentes.
Un día, el señor Paz descubrió al vecino cogiendo mangos de un árbol que estaba de su lado en el lindero. Y ahí fue Troya. El vecino se enfureció ante su reclamo, insultándolo, llamándolo egoísta en medio de improperios y malas palabras. El señor Paz, como........
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