Brugada hace agua
Antes de crear el cielo y la tierra, dice el Génesis, “el soplo de Dios se movía sobre la superficie de las aguas”. Agua y Dios están en el planeta desde los primeros días del universo.
La región de los famosos ríos Tigris y Éufrates hospedó el nacimiento de la religión judía, musulmana y cristiana. El agua es un “don” para fructificar la tierra, pero también un “castigo” para destruirla con temidos huracanes y diluvios. Es purificación y peligro, calma la sed y ahoga en el océano hostil. Elemento central del misticismo. Los viejos capitalinos recordarán el 15 de abril de 1964, cuando el presidente López Mateos, ordenó trasladar el monolito de Tláloc –dios mexica de la lluvia–, de San Miguel Coatlinchán al Museo Nacional de Antropología, y el torrencial aguacero que cayó sobre la capital. ¿Enojo........
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