Corrupciones
Y entonces, cuando el país es una procesión de activistas e influenciadores iracundos que leen en diagonal los problemas sociales, cuando los políticos rugidores se dedican a enlodar a quienes los enlodan y a odiar a quienes los odian –y todos tienen toda la razón–, alguna voz agónica ruega a esta sociedad respirar hondo y “elevar el debate”. Ya no más echarle la culpa al mensajero. Nada de gritarle “arrepiéntase” a quien votó por Petro ni de escupirle “desenmascárese” a quien lo critique. Nada de “yo no lo crie” ni “yo no lo nombré”, no, nada de pasarse medio periodo sentenciando que “los corruptos no tienen espacio en este Gobierno” cada vez que los corruptos son descubiertos por los periodistas. “Elevar el debate” es reconocer los hechos. “Elevar el debate” es asumir la responsabilidad.
(También le puede interesar: Apuestas)Fuera de las posverdades de las redes, que vuelven conspiranoicos a cautos e incautos, el país ha........
© El Tiempo
visit website