Blois otra vez
Hace quince años, durante el festival de historia que se celebra en la ciudad francesa de Blois, hubo una especie de levantamiento gremial, un acto sedicioso al final de la última jornada del evento en el que todos los invitados firmaron un manifiesto, una proclama que hoy se conoce como ‘el llamado de Blois’ y que aboga por suprimir los intentos gubernamentales de imponer, desde arriba, por decreto, la verdad histórica.
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Claro: muchos de esos intentos gubernamentales tienen que ver con acciones jurídicas y políticas que aspiran a reparar y a resarcir a las víctimas históricas de un horror concreto que se asocia, de alguna manera, con el pasado de ese Estado y esa sociedad que aceptan su culpa y su responsabilidad en un episodio atroz que no debió ocurrir jamás, como en el caso del Holocausto, el genocidio armenio o el tráfico de esclavos entre el siglo XVI y XVIII.
La intención de esas acciones jurídicas y políticas suele ser noble y virtuosa y empieza........
© El Tiempo
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