Llamado a la esperanza
Cuando termina un año como el que morirá mañana, las gentes creen que el año por comenzar será mejor y los pronósticos económicos se concentran en el nuevo calendario. Los colombianos nos hemos vuelto tremendamente cortoplacistas.
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Lo importante del 2023 fue haber superado un día a día agobiados por las malas noticias. Hay que celebrar que sobrevivimos. A pesar del desgobierno, de la incertidumbre y del desánimo empresarial, la economía no se descarriló. El crecimiento apenas llegará al 1 % en el año, la inflación ha descendido, el desempleo se mantiene alrededor del 10 % y los déficits –el fiscal y el externo– se redujeron. La junta del Banco de la República cumplió con su mandato y el Gobierno no fue capaz de ejecutar el presupuesto de inversión.
Las perspectivas económicas para 2024 y 2025 no son buenas. Los analistas proyectan un crecimiento de la producción ligeramente superior al del año que termina,........
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