No, Unai Simón, separar fútbol y política es imposible
“Soy jugador de fútbol, me dedico al fútbol, soy un profesional del balón, y creo que de lo único de lo que debería dedicarme a hablar es de temas deportivos y los temas políticos dejárselos a otras personas o entidades”. Con esta peculiar frase ha intentado Unai Simón, portero de la Selección Española, valorar las declaraciones de Kylan Mbappé, que horas antes se había plantado ante la ultraderecha francesa pidiendo a sus compatriotas, en especial a los jóvenes, votar en las próximas elecciones legislativas galas para evitar un gobierno de Marine Le Pen y su Agrupación Nacional. Dos discursos muy diferentes que ha revivido un debate perenne: ¿es posible, o incluso deseable, separar el fútbol de la política?
El fútbol, conocido como el deporte rey, es mucho más que un simple juego. Para millones de personas alrededor del mundo, es una pasión, una forma de vida, un lenguaje universal que trasciende fronteras. Sin embargo, existe una narrativa recurrente que intenta separar el fútbol de la política, promoviendo la idea de que el deporte debe mantenerse alejado de los asuntos políticos. Esta postura, aparentemente neutral, no solo es ingenua, sino que también es peligrosa. La equidistancia en este contexto no es una posición válida y reducir el fútbol a un mero entretenimiento es paradójicamente menospreciarlo.
Sostener que el fútbol debe permanecer apolítico es, en sí mismo, una postura política
La equidistancia,........
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