El despeñadero de La Guajira
La Guajira, ese idílico paraíso que, desde Punta Gallinas, dijo: aquí empieza Colombia territorio libre de América, ha sido convertida en tierra de nadie por la parranda de contrabandistas, políticos y corruptos que la invadieron.
Las familias de nativos que convivieron por años en sana paz con los indígenas, si alguien no osaba merodear sus bellas mujeres, gozaban de todo lo necesario. Los cambios climáticos los proveían de agua suficiente, con benéficos y abundantes aguaceros que almacenaban en lagunas cercanas a tribus y pequeños poblados.
Era poco lo que demandaban, porque la tierra los proveía de comida -nunca faltaba el chivo asado- y había un comercio con barcazas que deambulaban por la costa atlántica.
La pobreza que hoy estremece a sus gentes no era conocida, mucho menos la inseguridad y las bandas criminales que........
© El Nuevo Siglo Bogotá
visit website