Pendenciero y lenguaraz
Es preocupante que en un país, quien ha sido elegido para liderar su destino y futuro, dedique la mayor parte de su tiempo y energías a las redes sociales en lugar de gobernar. Esta es la penosa realidad que atraviesa Colombia bajo la presidencia de Gustavo Petro, quien, tras dos años en el poder, ha centrado sus esfuerzos en manipular la percepción de la nación mediante trinos y discursos incendiarios, desviando la atención para ocultar el desgobierno que padecemos.
La estrategia de Petro es evidente: lanzar promesas inviables y esparcir noticias falsas con el fin de distraer al país. Pero, más allá de esto, sus mensajes están siempre cargados de diatribas, dirigidas principalmente contra todos aquellos que no comparten su visión y comportamiento.
Petro ha hecho tantas promesas vacías y demagogas que, con el paso del tiempo, la nación ha pasado de la incredulidad y la........
© El Nuevo Siglo Bogotá
visit website