Elecciones para aprender
Una jornada electoral histórica de participación ciudadana en todos sus estados (para nosotros departamentos) marca un hito en el quehacer político-electoral. Primó, sin duda, la estrategia y la táctica, la puesta sencilla de intereses comunes de largo plazo, más que de victorias pírricas tempranas que dieran alguna alegría pasajera, de cálculos y lucimientos personales, de egos y de formas lineales de leer el poder y al contrario electoral.
María Corina hizo algo que es muy difícil en la política: transferencia de votos y simpatías a Edmundo. Fue ese su plus, la capacidad de no dejar morir el ímpetu, las ganas de cambio, que las emociones negativas básicas de la política electoral como la rabia y la ira pasaran a un también sentimiento básico de esperanza y gratitud.
Pese a las trampas, trabas, cambios, amenazas........
© El Nuevo Día
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