Ser o no ser, el dilema de Sheinbaum
William Shakespeare ayuda a entender el momento por el que atraviesa la presidenta Claudia Sheinbaum con su soliloquio de Hamlet, que sintetiza un momento de dudas e indecisiones. “Ser o no ser, esa es la pregunta”, es como arranca la primera línea del tercer acto de su obra, que hoy condensa las tribulaciones y confusiones por las cuales atraviesa Sheinbaum en su visión de Donald Trump y las dificultades y contradicciones que está mostrando para interpretarlo.
Sheinbaum se sacó de la manga ayer una carta de 599 palabras para responder al presidente electo de Estados Unidos, que la víspera amenazó a México y a Canadá con imponer aranceles de 25% a sus importaciones a partir del 20 de enero, el día en que toma posesión de la Casa Blanca, si no cierran sus fronteras al tráfico de drogas, particularmente el fentanilo y a la migración indocumentada. Las acciones de Trump, de llevarse a efecto, probablemente violarían el acuerdo comercial de Norteamérica, lo que parece no alcanzar a comprender la Presidenta en sus alcances, intenciones y motivaciones, porque a él eso no le importa.
No son los únicos asegunes de la carta. El primero es que, siguiendo el pésimo ejemplo de su predecesor Andrés Manuel López Obrador, hizo pública una comunicación antes de entregarla a su destinatario, lo que es política y diplomáticamente un error, y parecería que está más dirigida a una audiencia doméstica que a buscar una interlocución real con Trump que lleve a buen puerto. Fue un acto de propaganda, no de alta........
© El Financiero
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