Por un pacto de legalidad para frenar el golpe de Estado técnico
Si los votos la favorecen, el mejor desenlace para Claudia Sheinbaum sería que sus adversarios le alcen la mano el 2 de junio. Que ella pueda encabezar —verdaderamente— el proceso de transición con un liderazgo propio que deje atrás la estridencia, salvo que ella quiera continuar la polarización de su jefe.
Si gana Xóchitl Gálvez, el mejor desenlace —que no va a ocurrir— es que su triunfo sea aceptado por el presidente López Obrador y por la candidata oficial. Y si ello no ocurre, que las autoridades electorales tengan la fortaleza —junto con las fuerzas armadas— para garantizar una transición de gobierno a pesar de los pataleos presidenciales.
La democracia se fortalece cuando hay aceptación de los resultados. Sin embargo, el ambiente electoral que vemos todos los días anticipa un escenario postelectoral conflictivo. Estamos a tiempo de evitarlo.
Las encuestas muestran hoy una ventaja significativa de la candidata de Morena. Y, sin embargo, López Obrador acusó la semana pasada que las autoridades electorales preparan un “golpe de Estado técnico”, eso es,........
© El Financiero
visit website