Luis Tejada Cano (VII)
1923: a la vanguardia ideológica
Para un personaje como Tejada habría sido imposible sustraerse a la agitación social reinante en el mundo tras la Primera Guerra Mundial y el triunfo de la Revolución Rusa. Como César Vallejo, como Vicente Huidobro, como Neruda, como tantos intelectuales y artistas latinoamericanos, vio la necesidad de realizar sus ideas de avanzada a través de la beligerancia política.
Acorde con esta postura, la mayoría de artículos escritos por Tejada en sus últimos años responde al pensamiento crítico de un militante, esto es, alguien que tajante y constantemente toma partido en contra o a favor. Entregado cada vez más al proselitismo, el cronista iría renunciando a toda aspiración literaria. La frase que durante esa época repetiría tanto escritor comprometido salió también de labios de Tejada. Se la dijo a su colega Romualdo Gallego observando el retrato de Lenin que presidía su pequeña biblioteca comunista: “No tenemos derecho de hacer literatura mientras haya tantas injusticias en la Tierra”.
En lo sucesivo, cada noticia, cada suceso escogido como tema para sus artículos le sirvieron de pretexto para destacar un problema, revelar una iniquidad, desarrollar un planteamiento. La situación del país, convulsa en medio de un panorama de carestía, represión, huelgas y protestas, le brindaba la oportunidad de desplegar su batería de argumentos.
Vocablos como “lucha de clases”, “proletariado” y “burguesía” entraron a hacer parte de su léxico. La profundidad del marxismo de Tejada podría ponerse en duda si consideramos que en esos años las lecturas comunistas disponibles eran por lo general folletos y resúmenes vertidos del ruso a través del francés y el inglés. Aun así, el conocimiento que tenía de nuestra propia realidad hizo que su discurso no se agotara en la rigidez dogmática, permitiéndole erigirse........
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