El reino libertario de los libros malditos (ii)
Gonzalo Hugo Vallejo Arcila
La persecución contra libros y autores considerados heréticos ha sido secular. Coptos, gnósticos, arrianos, paulinos y nestorianos, entre otros, fueron perseguidos y “ajusticiados”. Los “títulos paganos” fueron confiscados y destruidos por parte de la Iglesia cuyo poder político era ostentado por emperadores romanos de la talla de Teodosio y Valentiniano. Una labor similar fue llevada a cabo por los turcos otomanos que, durante el saqueo de Constantinopla en 1453, destruyeron cientos de miles de manuscritos considerados contrarios a la fe Mahometana e islamista. La máxima expresión de tal censura eclesial se dio durante el Concilio contra–reforma de Trento (1545–1563) y el Cónclave papal de 1559 que ordenó la publicación del “Índice de libros prohibidos” (“Index librorum probitorum”), ordenada por el pontífice Pablo IV y continuada por el papa Pío IV.
Esta odiosa labor fue encomendada al “Tribunal del Santo Oficio” y duró 400 años. Entre los autores que, a lo largo de los siglos han estado en el “Índice”, se encuentran: Voltaire, Darwin, Daniel Defoe, Copérnico y Balzac, entre otros. La edición de 1948 aún contenía 4.000 títulos censurados por herejía o por su dudosa moralidad. Entre ellos estaba la obra del paleontólogo jesuita francés Teilhard de Chardin, uno de los descubridores del hombre de Pekín. En1.966, la Congregación para la Doctrina de la Fe dispuso que, tanto el “Índice” como la excomunión, prescritas en el mismo, perdieran su vigencia. Sin embargo, los artículos 831 y 832 (título IV) del Código de Derecho Canónico, aún perduran. Su cancerbera, la antigua Congregación, fue llamada desde el año 2.022 “Dicasterio para la Doctrina de la Fe”. Colombia tuvo su propio “Index”. Un registro de 1.848 lo hizo evidente.
Muchos libros aparecían como prohibidos con frases........





















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