Yascha Mounk: "La ideología 'woke' ya no tiene la hegemonía en el campo progresista"
Aparcamos el análisis de los números, de las encuestas electorales, y nos centramos en las ideas. Nos tomamos un café con Yascha Mounk, politólogo de referencia global, experto preciso en el populismo y la crisis que está atravesando el modelo democrático. Él es autor de varias obras de obligada lectura. Su libro La trampa identitaria. Una historia sobre las ideas y el poder en nuestro tiempo, publicado por Paidós, está entre lo mejor de lo mejor que se ha publicado este año.
PREGUNTA. ¿En los Estados Unidos de hoy, hay más o menos polarización que durante las elecciones de 2016 o 2020?
RESPUESTA. El país está mucho más polarizado que hace 50 años o que hace 25. Pero no está muy claro que la polarización haya aumentado en los últimos ocho. Creo que en 2016 Donald Trump fue un shock total para el sistema. En aquel momento, había una profunda impresión de que su mandato podría ser un desastre. Ahora, se ha atenuado esa percepción. En ese sentido, puede haber un poco menos de polarización que antes. Personalmente, considero que hay razones para pensar que su segundo mandato puede ser más dañino que el primero.
P. ¿Por qué la supervivencia de la democracia no se refleja en las encuestas como uno de los ejes de esta campaña electoral?
R. Tampoco lo fue en 2016 o 2020. En general, ocurre lo mismo en todo el mundo. Son las élites quienes se preocupan en primer lugar del socavamiento de las instituciones democráticas. Posteriormente, como hemos visto en Turquía o en Venezuela, el deterioro comienza a afectar a la gente común. Y entonces sí, entonces sí se convierte en el principal problema para todo el país, aunque pueda ya ser tarde para evitarlo.
P. Tú sostienes que la derrota de los demócratas en 2016, con Hillary Clinton de candidata, reflejó el fracaso de las élites de ese partido. ¿Sigue el Partido Demócrata dominado por las élites?
R. Puede que más que en 2016. Y la razón fundamental está en el surgimiento de un conjunto de ideas sobre la raza y la orientación sexual que rompen con la tradición norteamericana y con los valores liberales compartidos en Europa. Eso no viene de abajo, sino de arriba, de las universidades y los grupos de presión. Y coloca al Partido Demócrata en una posición culturalmente vulnerable, tanto que les puede llevar a perder contra candidatos tan impopulares como Donald Trump.
Opinión TE PUEDE INTERESAR 22 días: choque frontal de liderazgos Pablo PomboP. En tu obra La trampa identitaria argumentas que el trumpismo y la cultura woke conforman dos polos opuestos. ¿Crees que la cultura woke está en decadencia?
R. Creo que el wokismo ha perdido la hegemonía cultural en el pensamiento progresista que tuvo alrededor de 2020. Durante bastantes años, fue inaceptable dentro de la izquierda criticar esas ideas, quien se atrevía, quedaba fuera. Ahora, estamos en la fase de debate abierto, quienes se oponen al wokismo ya pueden hacer que su voz se oiga. Y, como no es una ideología muy popular, considero que se irá reduciendo significativamente su influencia. Por otro lado, algunos de los supuestos básicos de la ideología woke se han institucionalizado por debajo del nivel superior. Como consecuencia, algunos de los fundamentos del identitarismo están más presentes ahora que hace cinco o diez años, por ejemplo, en el sistema sanitario. Así que nos encontramos en un tiempo paradójico. Por un lado, está empezando a perder influencia en los niveles superiores. Y, por el otro, institucionalmente, sigue fuerte.
P. Miremos hacia el otro lado ¿Puede reciclarse el trumpismo?
R. El futuro del trumpismo se abrirá mucho si pierde en noviembre porque él está cerca de su........
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